Dificultad de Movimiento en los Niños: Retrasos en el desarrollo motor grueso
Los retrasos en el desarrollo de la motricidad gruesa describen un retraso en el desarrollo de los grupos musculares que controlan los movimientos más grandes de todo el cuerpo. Este desarrollo maneja la habilidad de hacer grandes movimientos que involucran los brazos, las piernas y el torso (la parte media del cuerpo).Los niños necesitan la motricidad gruesa para sostener la cabeza, darse la vuelta, sentarse y gatear durante la infancia.
A medida que crecen, necesitan la motricidad gruesa para caminar, correr y saltar. Este desarrollo también permite realizar actividades de motricidad gruesa como trepar, saltar, jugar a la rayuela, utilizar triciclos y camas elásticas y bailar. Los niños dependen de la motricidad gruesa para tener éxito en la escuela, en el patio de recreo y en la comunidad en general.
Las habilidades motoras gruesas también están relacionadas con otras habilidades. Entre ellas se incluyen las siguientes:
- Balance
- Concienciación del cuerpo
- Coordinación
- Fuerza física
- Tiempo de reacción
- Autoestima
- Estabilidad fundamental para realizar movimientos motores finos
POSIBLES CAUSAS:
Algunos niños simplemente alcanzan los hitos de motricidad gruesa más tarde que otros, y no se conoce la causa o el problema a largo plazo. Sin embargo, si un retraso en la motricidad gruesa está relacionado con un problema médico, normalmente implica lo siguiente:
- Un nacimiento prematuro que hace que los músculos se desarrollen más lentamente
- Causas genéticas (como el síndrome de Down)
- Trastornos nerviosos y musculares (como la distrofia muscular o la parálisis cerebral)
- Los diagnósticos de desarrollo como el autismo
- Causas hormonales como el hipotiroidismo
TRATAMIENTO:
El tratamiento de los retrasos en la motricidad gruesa suele incluir terapia ocupacional, fisioterapia y terapia de procesamiento sensorial. Su pediatra también puede recomendarle un neurólogo pediátrico si el retraso está relacionado con otro trastorno médico. Si las pruebas determinan que su hijo padece un trastorno del desarrollo de la coordinación (TDC) o dispraxia, es posible que deba combinar la terapia ocupacional con ejercicios regulares en casa.